En una transmisión de 1964 del programa Horizon de la BBC, Arthur C. Clarke, autor de “2001: Una odisea en el espacio”, predijo que algún día existirían consolas con un sistema que haría posible la transferencia de datos por todo el mundo. Hoy ese sistema tiene nombre: Internet, donde compartimos intereses, nos comunicamos con personas de todo el mundo, hacemos compras, vemos películas o revisamos nuestros estados de cuenta.
Tal y como lo imaginó C. Clarke, hoy usamos las computadoras y los dispositivos móviles con Internet de forma habitual, tocando todas las dimensiones de la vida humana: la cultura, el entretenimiento, la salud, el comercio y la educación.
En el mundo existen 2 mil 895 millones de usuarios de Internet. En México, 46 millones de personas usan Internet, lo que significa que 2 de cada 3 mexicanos aún no tienen acceso.
La brecha digital sigue siendo un reto a nivel mundial, sin embargo, cada día surgen nuevos esfuerzos por cerrarla y habilitar este valioso recurso para todos.
Internet Society estima que durante los próximos años habrá más de mil millones de nuevos usuarios en el mundo, quienes tendrán la oportunidad de utilizar herramientas educativas, acceder a servicios de salud como la telecirugía, o visitar un museo virtual, como lo permite Google Art Project.
¿Cuál es el futuro del Internet?
El panorama es alentador, pues cerca del 80% del capital que proveen inversionistas se está destinando a startups de internet, móviles y telecomunicaciones, lo que significa que grandes innovaciones se aproximan.
Si nos aventuramos a imaginar, como lo hacía C. Clarke, la red se extenderá a todos los objetos que utilizamos. El “internet de las cosas” será global y tan común que hasta nuestro cepillo de dientes estará en línea.
Lo importante será, cómo ha mencionado el padre del World Wide Web (WWW), Tim Berners-Lee, que se establezcan y respeten los derechos de los usuarios en todo el mundo para que la red mantenga su esencia libre y neutral.